Leones Del Caracas
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martes, 16 de junio de 2015
Regreso de la generación de los 90 en deuda
Dos jugadores tuvieron una importante participación en el funcionamiento ofensivo del equipo. El estadounidense Josh Kroeger y el criollo Jesús Guzmán fueron puntales desde la caja de bateo, con actuaciones descollantes y decisivas en muchos casos. Kroeger se llevó el premio al Más Valioso por su inolvidable campaña. Con promedio de.369 al bate (de 149-55), sus ocho jonrones, 36 empujadas, un slugging de.671 y promedio de embasado de.481. Por su parte, Guzmán nuevamente fue el rey de las empujadas, con 52 carreras traídas al plato, tope en la liga.
Luego de la clasificación a la postemporada, Leones del Caracas estuvo a tiro de pasar a una nueva final. En el último día del Round robin semifinal los melenudos ganaron para forzar un juego extra con Tigres de Aragua. Se realizó en el estadio Universitario, pero los locales no pudieron aprovechar esa condición por lo que cayeron 5 carreras por 2, gracias a una temprana ofensiva de los bengalíes.
Caracas y Magallanes: Los eternos rivales de la pelota venezolana
La enemistad entre caraquistas y magallaneros se remonta a 1929. En
aquel entonces, el lanzador turco Balbino Inojosa retó al Royal
Criollos, embrión de los Leones del Caracas, y surgió esta acérrima
rivalidad. Magallanes tenía su sede en la populosa parroquia de Catia
mientras que el Royal entrenaba en Sarría. En 1927, cuando el Magallanes
intentó reaparecerse en la pelota venezolana, sus directivos movieron
cielo y tierra para armarse hasta los dientes contratando jugadores de
la talla de Gustavo Coronel, Manuel “El Pollo” Malpica y el lanzador
Balbino Inojosa. ¡El sacrificio rindió sus frutos! Los
magallaneros retaron a una selección del Santa Marta – Cincinnati, que
acababa de vencer al todopoderoso Royal Criollos. Inojosa se convirtió
en el héroe de la serie de tres partidos y se ganó el derecho de medirse
al Royal. Los aficionados del Magallanes, que tenía su sede en Catia,
cruzaron la ciudad para presenciar el nacimiento de esta histórica
rivalidad. "En 1930 el Magallanes y el Royal volvieron a
enfrentarse y los turcos ganaron de nuevo. Esa serie fue seguida por un
grupo de aficionados, que fueron en una caravana de vehículos de Catia a
Sarría, para burlarse de sus contrapartes", apuntó el investigador
Javier González. "Un año más tarde, el Royal devuelve el golpe,
y pasó lo mismo. Esa rivalidad que había surgido se manifestó en el
social, porque Catia era una zona más empobrecida que Sarría; y en lo
geográfico, porque era un barrio contra otro",
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